Aromas

El aroma de los limones le sabía a melancolía y añoranza. Paseando entre los frutales, Leo acariciaba las pieles rugosas de los, todavía verdes, frutos y los acercaba a su rostro para sentir su olor e impregnarse de él. Entonces, el recuerdo del leve rumor que producían junto al hielo, Leer más…

El relicario

Llevaba, siempre prendido del cuello, un relicario en el que guardaba aquella fotografía en la que Ramón estaba tan guapo, tan joven, tan vivo. Él se la había regalado un mes antes de marcharse al frente, aquella noche fría y triste en la que el anís los desnudó y la Leer más…

Por la mañana

La vida eran los domingos por la mañana. Las sábanas cálidas y perezosas la mantenían atrapada a sabiendas que el teléfono dormitaba apagado sobre la mesilla de noche y la ropa de la noche anterior, desperdigada por todo el cuarto, la había arrojado casi desnuda bajo el edredón, que los Leer más…

Dos latidos

El tiempo se dilató hasta el infinito entre los dos latidos que pasaron desde que llamó al timbre hasta que ella abrió la puerta. Se agolparon en él un millón de miedos antiguos que habitaban entre las rendijas de su pasado, miedos macerados en patios de colegio, en la soledad Leer más…

Un paso

Temblaba como una hoja al viento cuando cruzó la puerta hacia lo desconocido. Rotas las cadenas con las que cargaba desde siempre, Marina respiró por primera vez el aroma de una libertad que la asustaba y la excitaba al unísono, que le paraba los pies y le daba alas, que Leer más…

Amanecer

Sacrificar el sueño era como el paladeo de un caramelo. Su presencia lo atrapaba, la respiración calma de su dormitar, el dulce olor que emanaba su piel, el tacto cálido de su abrazo y el brillo que la luz pálida filtrada por la ventana producía sobre su rostro lo dejaban Leer más…

El mar

Descubrió que la playa era solo la antesala del mar igual que lo era la pasión del amor, un trozo estrecho de mundo que daba acceso a un lugar casi infinito en el que uno podía perderse para siempre y, a veces, también ahogarse sin remedio. A él le gustaba Leer más…

El cuadro

Siempre que visitaba aquel museo se quedaba horas contemplando el pequeño cuadro. El resto de los visitantes, algunos de ellos también habituales, pasaban de largo como atraídos por la miel a las grandes obras de otras salas, pero, para ella, aquel pequeño lienzo era como una tela de araña de Leer más…

Jacob

El mundo de Jacob era pequeño pero hermoso. En él habitaban sus sueños, sus miedos, una pequeña planta carnívora y un deseo que floreció en su pecho durante una tarde de verano. En su mundo todo era sencillo; se podía ir caminando a todas partes y la gente con la Leer más…