Microrrelato
El baile de máscaras
A veces pensaba que su vida no era más que un baile de máscaras en el que siempre le tocaba danzar con la misma persona, vestido de otro modo, bajo otro antifaz, pero, una y otra vez, al descubrir su Leer más…
A veces pensaba que su vida no era más que un baile de máscaras en el que siempre le tocaba danzar con la misma persona, vestido de otro modo, bajo otro antifaz, pero, una y otra vez, al descubrir su Leer más…
Me regala un caramelo de miel con limón cada vez que viene a mi puesto. «Me lo recetó el médico en comisaría, y me va fenomenal para la garganta» me cuenta siempre, como si cada ocasión fuese la primera, con Leer más…
Tenía el verano como única bandera, la sal del mar como aderezo de sus mañanas y la brisa como peine de sus cabellos. La arena calzaba sus pies entre la espuma ávida de tocar su piel cuando paseaba por la Leer más…
En la Posada de la Sangre de Toledo, las gentes que la habitaban, como suspiros, compartían chinches, camastros y sueños. Transeúntes livianos, que daban con sus huesos molidos de caminos y Mancha en las desvencijadas sillas del patio, recibiendo posada Leer más…
Siempre iba vestida con una nota dulce en la mirada, un Sí bemol o un Fa sostenido según el día. Alternaba el color de su voz, poniendo siempre el de temporada con algún toque de ocre, que combinaba con todo, Leer más…
Lisardo era un actor de método. Cada mañana se levantaba, siempre a las 06:58 horas, para tener dos minutos antes de comenzar a actuar. Abría su boca, desmesuradamente, agitaba sus brazos y se abofeteaba con suavidad las mejillas, tampoco era Leer más…
Se rompía, quebradiza, como una hoja seca de otoño, con el alma marchita de una vejez temprana. Tenía la esperanza prendida con alfileres oxidados que le arañaban el corazón a cada paso y los recuerdos felices, último tesoro de su Leer más…
Tu casa será el mundo y tu familia la iglesia. Olvida lo aprendido, deberás pensar un hombre nuevo en ti, romperte en mil pedazos para forjarte de nuevo, le dijeron. Y Joaquín, que llevaba toda la vida buscando un padre, Leer más…
Su única puerta al mundo era una cortina tupida que, una vez descorrida, daba a la portería en la que su padre, con levita gastada a modo de guardapolvo, pasaba el día al servicio de los vecinos y visitantes. Se Leer más…
La rutina lo fagocitó y la vida lo vomitó después de intentar digerirlo y dejarlo seco de sueños. Pero él no se dio ni tan siquiera cuenta. Tan solo pensaba que era difícil remar con los remos quebrados que le Leer más…