El soplador de vidrio

Era el mejor soplador de vidrio de todo el mundo. Sus creaciones adornaban los más opulentos palacios, las galerías más prestigiosas e, incluso, los museos más exquisitos. De sus manos habían salido copas en las que bebían Papas y reyes, lámparas que brillaban sobre los teatros de todo el mundo Leer más…

Él

Decían de él que era como un siluro en un lago de montaña, todos sabían que estaba allí, pero nadie había sido capaz de verlo, tan solo su silueta contra el agua, el rastro sobre la superficie espejada, el chapoteo casual cerca de alguna orilla. Así era él. Lo llamaban Leer más…

Soledad

Guardaba, en un pequeño bote de cristal, todas las lágrimas que había derramado a lo largo de su vida. No eran muchas, pero no era el número lo que importaba; existen almas que se quiebran con una sola y la de Soledad era una de ellas. Caminaba despacio, como si Leer más…

Tiempo

Miró hacia atrás una sola vez, y fue suficiente. Alli estaba, mucho más joven, con aquella mirada vacía de miedos que el tiempo fue empañando, con la voz colgada de campanillas y aquella sonrisa, que emergía a la superficie sin ningún esfuerzo. Pensó en lo cruel que es el espejo Leer más…

La última llamada

El sonido que produjo la rotura del cristal de la ventana fue, tan solo, el preludio. El crujido del cristal dividiéndose, astillándose, era el presagio de la tormenta que se avecinaba. Las nubes, preñadas de grises, boicoteaban la tarde ensombreciendo el infinito de hormigón y cemento que se dibujaba frente Leer más…

Dalila

Cuando terminaba la jornada, le gustaba girar el cartel que pendía de una ventosa en el cristal de la puerta de entrada a la peluquería, para que mostrase la cara en la que podía leerse: “No le crecerá mucho el pelo, seguro que puede esperar a mañana”. Después cerraba su Leer más…

Las piscinas vacías

Le obsesionaban las piscinas vacías. Eran como tumbas del verano, canteras profundas, heridas sin cerrar en la corteza de tiempos pasados, tiempos cálidos y venturosos que murieron en septiembre. Se acercaba a ellas con el vértigo de un miedo irracional a caer dentro, observando aquellas escaleras imposibles, de aluminio, con Leer más…

La novia

La encontró malherida y maltrecha bajo una manta de escombros en la última planta de la torre. Cualquier otro la habría dejado morir allí, sin duda, pero su alma de carpintero se conmovió al ver como la vida escapaba de sus manijas y la llevó con él a su viejo Leer más…

Maletas

Gritaba al teléfono con la desesperanza de quien grita al cielo una noche de otoño, con la voz rota y el alma derramándose por su mirada como la luz de una bombilla que tilda en la oscuridad de un sótano. Allí, sentada junto a las maletas en las que llevaba Leer más…