La noche
La noche me ha encontrado en una esquina
mirando
los callejones oscuros que recorrimos atados
tú de mi mano, yo de tus labios
y que hoy son, tan solo, lienzos mal pintados
de sombras y recuerdos oscuros.
Miro las calles que nos ampararon, los portales
en los que los furtivos cazaban besos
perseguidos
por lanceros del pudor y la vergüenza ajena.
Y creo verte entre mis caricias, lejana,
la noche que me diste tu corazón en almíbar
para ser mi dulce postre de ocasos,
sabor que ahora envejece en tu ausencia.
He caminado por nuestros pasos, desdibujados
caminantes que no volverán, cual golondrinas,
que no treparán madreselvas, ya marchitas,
que fuimos esa noche,
esa noche, que hoy, es toda mi vida.
La noche me ha encontrado en una esquina,
lamiendo
el sabor agridulce de tu lejana presencia
pues puedo sentirte a mi lado, aunque no estés,
y saber que, una vez
cuando la luz nos dejó perdernos en sombras
me amaste sobre cualquier sueño.
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