Motín

Publicado por garvidal en

Cuando la razón tomó las riendas el miedo escapó por la ventana. La esperanza observó tímidamente, pero la cautela era más fuerte y, junto a la desconfianza, empezaron a alimentar a la duda hasta que, de tanto crecer, se creyó certeza y se pensó bastante para luchar. En la liza entró también la pena, que se había ocultado tras el dolor todo este tiempo y que siempre había sido enemiga acérrima de la razón y la esperanza, armada con medias verdades despertó a la culpa, y la culpa, que no se atiene a razones, derribó las murallas de la calma aniquilando a la confianza y plantando la semilla de la tristeza que germinó de inmediato floreciendo en dudas y temores. Las espinas se clavaron en la razón hasta exterminarla y de nuevo el miedo entró por la puerta principal, agradeciendo a su espía, la fragilidad, que hubiera permitido su retorno. Y así, de nuevo, el miedo tomó el timón.

Categorías: Microrrelato

0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.