El día en el que las marionetas arrancaron sus hilos para ser libres también lo hicieron las cometas. Mientras que los títeres huyeron, claqueteando contra el suelo empedrado huyendo hacia las montañas de los titiriteros, Leer más…
No hay final que no sea triste ya que, de alguna manera, todo lo que termina muere. «No quiero finales tristes», me dicen, pero ¿cómo evitar la derrota de la última página? ¿Cómo no sentir Leer más…
El sol del verano impartía justicia a los pocos valientes que no habitaban en las sombras proyectadas por los árboles centenarios del paseo de aquel parque. El chasquido de las hojas a la más leve Leer más…
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