¿Para cuando un relevo?
Es algo que me pregunto a menudo, ¿para cuando un relevo, por qué siempre nos toca a los mismos cargar con todo?, ¿se sentirían así los hombres que cargaban las piedras para hacer las pirámides?, por que yo tengo la sensación de que todo esto es una tremenda tomadura de pelo. Lo primero, lo principal, estamos en manos de aficionados. En España, de todos es sabido, los ascensos laborales, políticos y en casi todas las índoles, se realizan en base a tres factores fundamentalmente:
1º.- la inutilidad demostrada del ascendiente y su incapacidad mental que, en casi todos los casos, es tan solo comparable a la nula capacidad de su inmediato superior (es decir, si eres un mediocre, rodéate de mediocres que no puedan hacerte sombra).
2º.- La incapacidad total y absoluta por su parte de la más mínima empatía, no es que sean fríos, no, es que son de corcho. De corcho completamente, incluso su cerebro.
3º.- El agasajo, el puterío, la verborrea y la práctica totalidad de cuantas costumbres insalubres se puedan demostrar. Que panda, es para verlo.
Y el problema es que estos personajes se encuentran insertados en todos y cada uno de los estratos de esta sociedad, en los consejos de administración, en el gobierno, en la oposición, en todos y cada uno de los agujeros del sistema, hay uno de estos inútiles trepas, siempre subido a hombros de los que, al final, cargan las piedras para construir las pirámides.
Y digo yo, ¿para cuando un relevo?, a estos los ponía yo a trabajar de una vez. Y al nivel que les corresponde, que es tristemente el que ocupan los que valdrían para estar donde ellos están.
Que país.
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