La tormenta

Aquel año tan solo hubo una tormenta en junio, una de esas tormentas de primavera que desafiaba a la ciudad y peleaba con ella lanzándole todo lo que tenía, ráfagas de lluvia descomunales que anegaban las calles; truenos y relámpagos nunca vistos que partían árboles y quebraban voluntades. Los paraguas Leer más…

La casona

La niebla se desgarraba como ingrávidas hebras de algodón sobre las cumbres de las montañas. Abajo, en el valle, pacían las reses vigiladas por los perros que hoy buscaban el sol para calentarse del relente de la mañana. Un viaducto rompía el paisaje y, sobre él, ignorantes de la belleza Leer más…

La vi marchar

Llegó hasta mí con la mirada derrotada, con ese aire de andar perdido de las personas que toman ansiolíticos para calmar un dolor incontenible. Vertió cada palabra con la medida justa, intentando no desbordar en lágrimas, y cada gesto buscaba ese equilibrio imposible ya de encontrar con el duelo marcado Leer más…

Flor de loto

La encontré sentada en el suelo, en la posición del loto, descalza, con los ojos cerrados y las manos sobre sus muslos con las palmas vueltas hacia arriba. Vestía uno de esos pantalones anchos que aparentan ser cómodos y una camiseta que transparentaba levemente sus pechos. El cabello, recogido en Leer más…

Vigilia

Cortó la cebolla en brunoise y aspiró profundamente el primer chisporroteo del aceite cuando la depositó sobre la sartén caliente. Era olor a hogar, a cocina de casa. Le asaltó de nuevo, como cada vez que comenzaba a cocinar, el recuerdo de su abuela, cómo cada vez que sofreía cebollas. Leer más…

Las fosas

El odio llenó las fosas y la venganza las cubrió de arena y cal. El miedo las llevó al olvido y, finalmente, el tiempo las borró de la historia. Pero en el corazón de muchos flotaba una pena imposible de hundir por muy profunda que fuera la tumba oscura en Leer más…

El edificio

La única ventana de su cuarto daba a un patio de luces deslucido, lleno de paredes desconchadas y palomas, torcaces y tozudas que, como funambulistas, caminaban por las cornisas y las cuerdas ya vencidas de los tendederos. La mayoría de los balcones que daban a ese patio, antes tribunas de Leer más…