La posada de la Sangre

En la Posada de la Sangre de Toledo, las gentes que la habitaban, como suspiros, compartían chinches, camastros y sueños. Transeúntes livianos, que daban con sus huesos molidos de caminos y Mancha en las desvencijadas sillas del patio, recibiendo posada y fonda, vino aguado, algún chusco de pan duro junto Leer más…

El actor de método.

Lisardo era un actor de método. Cada mañana se levantaba, siempre a las 06:58 horas, para tener dos minutos antes de comenzar a actuar. Abría su boca, desmesuradamente, agitaba sus brazos y se abofeteaba con suavidad las mejillas, tampoco era cuestión de dañar su piel delicada y tersa; después comenzaba Leer más…

Retoños

Se rompía, quebradiza, como una hoja seca de otoño, con el alma marchita de una vejez temprana. Tenía la esperanza prendida con alfileres oxidados que le arañaban el corazón a cada paso y los recuerdos felices, último tesoro de su alcancía, guardados en los cajones más profundos de su mente. Leer más…

Joaquín

Tu casa será el mundo y tu familia la iglesia. Olvida lo aprendido, deberás pensar un hombre nuevo en ti, romperte en mil pedazos para forjarte de nuevo, le dijeron. Y Joaquín, que llevaba toda la vida buscando un padre, encontró un universo entero lleno. Y, sobre todos ellos, uno. Leer más…

La portería

Su única puerta al mundo era una cortina tupida que, una vez descorrida, daba a la portería en la que su padre, con levita gastada a modo de guardapolvo, pasaba el día al servicio de los vecinos y visitantes. Se ponía en pie, solícito, cada vez que uno de ellos Leer más…

Trascender

La rutina lo fagocitó y la vida lo vomitó después de intentar digerirlo y dejarlo seco de sueños. Pero él no se dio ni tan siquiera cuenta. Tan solo pensaba que era difícil remar con los remos quebrados que le habían tocado en suerte, pero la verdad es que nunca Leer más…