Remiendos

Se le partió el alma en dos, como tela cortada con tijeras de modista, dividida como mantequilla acariciada por un cuchillo caliente. No había visto las líneas de tiza que marcaban el corte. Nadie las ve, son el plano de nuestras tristezas, las marcas que indican por dónde la vida Leer más…

Esteban

Escribir para Esteban era cómo hablar al oído de una estatua, cómo garabatear versos en la arena de la playa, fugaz, inútil, estéril. Para él, narrar era cómo esperar al eco mudo de la llanura, al brillo escaso de la luz de enero en las tímidas flores de los almendros, Leer más…

La cometa

Me preguntó qué quería de regalo y yo le contesté:—Una cometa, me gustaría que me regalaras una cometa.Y, entonces, me miró, con esa mirada curiosa impregnada con la media sonrisa que enmarcaba su incredulidad a mi respuesta, esa duda que me consultaba sin hablar, pensando que era una broma. Pero Leer más…

Recuerdos

En la jaula de sus costillas contenía un universo entero, un corazón que orbitaba en pálpitos alrededor de un alma cálida, cometas que ascendían en suspiros hacia su boca y estrellas rutilantes que calentaban el aire de sus pulmones. Bailaba con los ojos cerrados, con el cabello suelto como un Leer más…

El actor de método.

Lisardo era un actor de método. Cada mañana se levantaba, siempre a las 06:58 horas, para tener dos minutos antes de comenzar a actuar. Abría su boca, desmesuradamente, agitaba sus brazos y se abofeteaba con suavidad las mejillas, tampoco era cuestión de dañar su piel delicada y tersa; después comenzaba Leer más…