Sin categoría
Libertad
Tenía la belleza de una ciudad en ruinas, el brillo decadente de Lisboa en su mirada, el caminar pausado de aquel que ya no tiene prisa por llegar a ningún sitio y la voz ronca como el eco de los Leer más…
Tenía la belleza de una ciudad en ruinas, el brillo decadente de Lisboa en su mirada, el caminar pausado de aquel que ya no tiene prisa por llegar a ningún sitio y la voz ronca como el eco de los Leer más…
Miró hacia atrás una sola vez, y fue suficiente. Alli estaba, mucho más joven, con aquella mirada vacía de miedos que el tiempo fue empañando, con la voz colgada de campanillas y aquella sonrisa, que emergía a la superficie sin Leer más…
El sonido que produjo la rotura del cristal de la ventana fue, tan solo, el preludio. El crujido del cristal dividiéndose, astillándose, era el presagio de la tormenta que se avecinaba. Las nubes, preñadas de grises, boicoteaban la tarde ensombreciendo Leer más…
Cuando terminaba la jornada, le gustaba girar el cartel que pendía de una ventosa en el cristal de la puerta de entrada a la peluquería, para que mostrase la cara en la que podía leerse: “No le crecerá mucho el Leer más…
Le obsesionaban las piscinas vacías. Eran como tumbas del verano, canteras profundas, heridas sin cerrar en la corteza de tiempos pasados, tiempos cálidos y venturosos que murieron en septiembre. Se acercaba a ellas con el vértigo de un miedo irracional Leer más…
La encontró malherida y maltrecha bajo una manta de escombros en la última planta de la torre. Cualquier otro la habría dejado morir allí, sin duda, pero su alma de carpintero se conmovió al ver como la vida escapaba de Leer más…
Gritaba al teléfono con la desesperanza de quien grita al cielo una noche de otoño, con la voz rota y el alma derramándose por su mirada como la luz de una bombilla que tilda en la oscuridad de un sótano. Leer más…
Al salir del metro se vio arrastrada por el torrente humano que subía, como salmones contra corriente, hacia la salida. Gente que solo mira la espalda de otra gente, que caminan junto a ellos por un instante, ese momento minúsculo Leer más…
Bajaba hasta el mar descalza al despuntar el alba, con las cintas de su sombrero bailando como la cola de una cometa, y su vestido, de blanco reflejo, jugando a ser viento. Allí las olas, alegres, corrían a besarle los Leer más…
Aparcó frente al teatro sin saber, en realidad, si deseaba entrar a ver aquella función. Llovía sin mesura; lo había hecho durante buena parte del día y tan solo el hecho de cruzar la calle hasta lograr cobijarse bajo la Leer más…